Constelación Ristar

¡Bienvenidos de nuevo a este vuestro blog, amantes de la buena cocina y de los videojuegos!

Pues otro mes que empezamos y otra más en el que esperamos poder seguir con este firme rumbo de publicaciones que llevamos en este principio de año y sobre todo poder contar con todo el ENORME apoyo que nos brindáis al leer y compartir nuestro trabajo, por lo que debemos decir que sois vosotros las auténticas estrellas de esta humilde bitácora.

Tanto o más que el protagonista del juego del que queremos hablaros hoy, pues, aunque hace tiempo que pudimos disfrutar del título que lleva su nombre gracias a esos benditos emuladores que nos proporcionaron horas de diversión a los que nos crearon pobres, solo ahora que hemos conseguido una copia física de este maravilloso juego, por fin podemos alimentar a nuestra Megadrive con un exquisito cartucho gourmet.

Y lo nombramos de esta manera porque ya al lanzarse en 1995 con los últimos coletazos de vida en el mercado de esta consola icónica. A pesar de ser un título bastante pasado por alto, es una de las joyas destacadas en el catálogo de esta entrañable máquina. De esta manera, nos vamos a encontrar con un producto que exprime al máximo la potencia de esta consola de 16 bits y de un buen gasto de pilas generado por su versión para Game Gear. No obstante, si estamos vagos y no queremos bajar al bazar de turno a comprar nuevas baterías, siempre vamos a poder encontrarlo en algunas de las tiendas digitales de máquinas actuales o bien poder disfrutarlo en alguno de esos títulos recopilatorios clásicos lanzados por la compañía del logo azul.

Así, nos vamos a poner en la piel de una simpática y peleona estrella que conoceremos como Ristar, dispuesta a solventar la papeleta a base de cabezazos para acabar con los malvados planes del pirata espacial Greef, quién pretende dominar el sistema solar conocido como Valdi y a la vez hacer prisioneros tan importantes como el héroe espacial de turno que resulta ser el padre de este pequeño astro.

Portada del juego

Una vez acudimos a la llamada de varios de los habitantes que conforman los 6 planetas donde sucederá la premisa de la historia y preparados para salvar a nuestro progenitor, nos encontraremos con una maravillosa pieza del género de plataformas. En esta emocionante odisea, debemos completar tres fases en cada uno de los mundos, teniendo que derrotar al boss de turno para poder pasar al siguiente y poder llegar así a la base del filibustero villano para poner fin a sus perversos planes.

¡Ríete tú de las construcciones a pie de playa!

De esta guisa, nos adentraremos en una jugabilidad pausada, muy alejada del frenetismo visto en ese otro clásico de plataformas  que es «Sonic The Hedgehog´´ del que bebe, y mucho, pues este título se desarrolló utilizando su motor gráfico, además de tomar como premisa la utilización de un personaje descartado para dar la imagen inicial que quería utilizar el Sonic Team como protagonista de su plataformas y que acabó derivando en la figura del veloz erizo,  pero siendo este de primeras un conejo que alargaba sus orejas para agarrar tanto a los enemigos como para poder engancharse a escenarios y/u objetos.

Igual que la lejía….¡De conejo a estrella!

Y esa va a ser la principal acción de nuestro protagonista, pues durante nuestro avance nos encontraremos con mucha hostilidad enemiga que nos querrán impedir alcanzar el final de cada fase, por lo que deberemos hacerles frente agarrándolos al estirar nuestros brazos y soltarles un soberano testarazo que ríete tú del que pegó Zidane en aquella final del mundial. Pero como no todo va a ser violencia gratuita, también vamos a tener que hacer gala de nuestra habilidad para sortear y alcanzar varias de las plataformas que componen los escenarios, pudiendo agarrarnos a ellas hasta en 8 direcciones diferentes, sujetándonos y balanceándonos para alcanzar nuestro destino. Será crucial aprender de nuestros errores si calculamos mal un agarre y caemos en alguna trampa, tendremos que regresar al último punto de control alcanzado o reiniciar el nivel si nos topamos con el Game Over.

¡Tate,que pierdo el Búho de las 12!

Para evitar esto. lo mejor será calcular cada una de nuestras acciones, estudiar bien el movimiento de nuestros enemigos y como no, nutrirnos de pequeñas estrellas que nos permitirá recuperar salud para afrontar con más calma lo que nos quede de camino. Amén de practicar bastante con los controles, pues si no somos muy duchos en el manejo del balanceo, no vamos a poder disfrutar de algún movimiento especial del personaje que nos sacará de algún que otro apuro al hacernos inmunes momentáneamente y es este uno de los pequeños puntos negativos del juego ya que te obliga a ser autodidacta para conocer esta habilidad, aunque repetimos, no es imprescindible para avanzar en la aventura.

Gomu gomu no dame da!

No queremos decir que sea un juego difícil pero el reto de este va a ir in crescendo a medida que vayamos superando fases, siendo las primeras más sencillas y enfocadas a poder utilizarlas a modo de «tutorial´´ con el que poder aprender bien las mecánicas e ir comprobando como a medida que avancemos la cosa nos va ofreciendo un desafío que nos hará inclinarnos hacia delante en nuestros sofás y/o sillones gamer para ponernos algo más serios en nuestras partidas, siendo difíciles pero no insuperables al demostrar nuestra maña ¡Que eso es lo bonito de los videojuegos!. Eso sí, en ocasiones vais a sudar más la gota gorda intentando superar este tipo de artimañas que al enfrentaros a los jefes de turno, pues si sois avispados vais a encontrar rápidamente sus puntos débiles y vencerlos como bien decimos en el argot culinario, con el máximo esfuerzo y el mínimo rendimiento.

Alguna que otra vez acabaremos «estrellaos´´

Como bien decíamos unos párrafos más arriba, vamos a poder disfrutar de esta jugabilidad algo más calmada y que derivará en poder deleitarnos a nivel visual de la composición de cada uno de los niveles que componen el juego, pues todos y sin excepción van a presentar escenarios con un colorido inmenso, acompañados de unas animaciones que van a rozar el nivel de los recién aparecidos 32 bits de aquellos años y que nos van a dejar ojipláticos en algunos momentos. Todo esto lo vamos a poder observar en cada uno de los movimientos de los enemigos más simples, de los ofrecidos en los combates con los jefes, en partes móviles de los escenarios y como no en las habilidades y formas de actuar de nuestro héroe, tanto a la hora de combatir, superar plataformas, salir disparados cual estrella fugaz hacia otros planetas al balancearnos al final de cada fase o simplemente al intentar llamarnos la atención si hemos dejado de interactuar con el mando al querer contemplar todas estas cosas que hemos mencionado. También a modo de curiosidad, debemos destacar la diferencia de “sprites” entre las versiones ofrecidas en diferentes partes geográficas pues las caras de los enemigos rebosarán alegría en la versión nipona mientras que en la versión occidental nuestros adversarios nos recibirán a cara de perro, demostrando así el nivel de detalle de los personajes.

¡Se puede ser malo, pero no perder estilo!

Pero como no solo en los gráficos brilla esta heroica luminaria va a salir a relucir a nivel sonoro con un conjunto de melodías candentes, cortas y en algunas ocasiones repetitivas, pero con un ritmo y compás que van a combinar en perfecta armonía con cada uno de los escenarios, pudiendo además en algunos de ellos, interactuar con ciertas partes para dar otro toque sonoro al nivel por medio de instrumentos o mecanismos.

¡Tocámela otra vez, peroooo… la guitarra, la guitarra…!

En resumen, un gran juego que va a hacer tanto las delicias sobre todo de aquellos jugadores amantes del género de plataformas y que resultará muy curioso para aquellos que no han podido disfrutarlo hasta ahora al ser uno de esos títulos tapados por como bien hemos dicho al principio, pertenecer a esa última hornada de juegos que convivieron con las recién estrenadas máquinas de quinta generación a mediados de los ya añorados años 90.

¡Me voy! ¡Mi planeta me necesita!

Una delicia que os recomendamos probar tanto a la hora de poneros delante de vuestras consolas y/o emuladores de turno como a la hora de poneros a cocinar esta receta con la que queremos dar homenaje este juego que tan buenas horas de diversión nos ha regalado, devolviéndole el favor en forma de una dulce elaboración con la que poder acompañar más ratos a esta estrella es su épica hazaña por salvar todo un sistema solar.

Sin más dilación, vamos a enfundarnos el delantal, hacer brillar nuestros utensilios de cocina y elaborar fugazmente esta elaboración para endulzar vuestras partidas.

¡Esperemos que os guste!

PRESSTARTCOOK

Constelación Ristar

Ingredientes

-1 Mango Maduro

-1 Carambola

-50 Grs Perlas Tapioca  

-1 Litro Agua

-150 Ml Leche Coco

-120 Ml Leche Condensada

Elaboración

Primero vamos a poner el litro de agua a hervir para cocer las perlas de tapioca. Una vez empiece a bullir vamos a incorporar las perlas y las dejaremos cocer a fuego medio durante 20 minutos. Una vez cocidas, vamos a colarlas y las pasaremos por agua fría para lavarlas y que suelten todo el almidón.

Mientras tanto, vamos a cortar la carambola en forma de estrella y la reservamos. Troceamos la demás y la vamos a cocer con 50 mls de la leche de coco, a fuego suave durante unos 10 minutos para que se mezclen los sabores. Retiramos del fuego y dejamos enfriar.

Pelamos y cortamos el mango y lo vamos a triturar junto con la leche de coco y la carambola y reservamos la mezcla.

Una vez frías las perlas las mezclaremos con los 100 mls de leche de coco restantes.

Ahora, solo nos queda montar el postre. Para ellos vamos a colocar en un vaso una capa con la mezcla de mango, las perlas de tapioca y otra capa de mezcla de mango.

Para decorar, vamos a utilizar la carambola en forma de estrella para colocarla en el borde del vaso.

¡Y ya solo nos queda disfrutar tanto de este fresco y dulce postre como de este gran juego que es Ristar!

Nosotros nos despedimos hasta la siguiente entrada, queridos lectores.

INSERT COIN

8 Comentarios Agrega el tuyo

  1. honorat79 dice:

    Que exquisita receta, ya con sola verla te dan ganas de comer. Y sobre el juego, lo disfrute mucho, un gran clásico sin duda. Buen y apetitoso post. Seguimos interactuando colega, un saludo 😁

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    1. Sí,todo una joya del catálogo de esta gran consola que es MegaDrive que la exprime al 100%.
      Muchas gracias por pasarte de nuevo y comentar,compañero.
      ¡Nos seguimos leyendo sin falta!
      Un gran saludo

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  2. Muy buen artículo, como siempre. No conocía el juego y tiene pinta de ser extremadamente divertido. Apuntada queda la receta, con lo que me gusta a mí el mango…😋😋😋

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    1. Pues ya sabes..¡a probar ambas cosas! ¡Combinación perfecta!.
      Muchas gracias por pasarte de nuevo y comentar.
      Un abrazote y nos seguimos leyendo sin falta.

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  3. tallopis dice:

    Que grande este «gomu gomu no dame da» que pones a pie de fotografía en referencia al ataque que usa Luffy de «One Piece» en el desierto de Arabasta, para dejar claras las habilidades elásticas que tiene el héroe de este juego «Ristar».

    Pero para grande tú con este genial post que nos traes con este bien hacer que te caracteriza, hablando de este genial título para la Mega Drive que todavía no he tenido ocasión de probar (que la vida no da para todo *^_^*), pero que me han recomendado mucho y le tengo ganas, más aún tras leerte nombrar sus muchas virtudes. ¡A ver si ahora le puedo echar el guante y probarlo! Aunque sea para deleitarme con el aspecto sonoro, los peculiares enemigos y este extenso colorido.

    Aunque como siempre, el plato fuerte ha sido la increíble creatividad de la que haces gala con cada una de las recetas que nos presentas, como esta «Constelación Ristar» que tiene una pinta deliciosa y seguro que además de ser muy saludable con tanta fruta tiene que estar de vicio. Ya te digo que esta también voy a intentar llevarla a cabo… aparte de que siempre aprendo algo nuevo contigo, pues me ha sorprendido especialmente lo de cocer leche de coco como parte de la elaboración. ¡Impresionante!

    Un abrazo bien grande, gracias por otro genial post y nos seguimos leyendo.

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    1. Y que razón tienes con eso de que la vida no da para tanto,ojalá días con más horas para poder disfrutar del ocio que nos dejamos detrás,que no todo va a ser trabajo y quehaceres.
      Para grande tú por volver a pasarte y dejarnos tan gratos comentarios como este y estamos a la espera para que nos digas si al final te has animado a elaborar la receta y sobre todo a probar este clasicazo de los 16 bits.
      Muchas gracias,compa.
      Un abrazote y nos seguimos leyendo sin falta.

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  4. Empepinao86 dice:

    Una lectura muy entretenida, tanto como el juego que nos presentas. Da la casualidad que hace unos días me lo anduve rejugando. Un juego que me encanta por ese colorido, esos graficazos y música, pero sobre todo por lo divertido que es y por lo simpático que resultan los personajes. Un análisis muy acertado, y la receta pinta cojonuda, la verdad. ¡Enhorabuena, lo has vuelto a hacer!

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    1. Muchas gracias por tus gratas palabras,tocayo.
      Ya sí has probado el juego poco más te podemos contar que no hayas visto de esta maravilla hecha juego.
      Al igual que es otra maravilla el poder contar con tu apoyo en cada post.
      Un abrazote fuerte y en nada nos seguimos leyendo,que tenemos pendiente de leer la nueva entrada de la web más pepina de la internet.

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