¡Bienvenidos de nuevo a este vuestro blog, amantes de la buena cocina y los videojuegos!
Mira que teníamos ganas de volver a empacar nuestras maletas de nuevo, para hacer un viaje de esos, que, aunque de forma express, nos gusta disfrutar, sobre todo cuando la temática está relacionada con varios de nuestros hobbies. En este caso y como bien sabréis la mayoría de vosotros, se celebró durante los días 17 y 18 de este mismo mes de febrero una nueva edición de Japan Weekend, una convención realizada en la ciudad de Madrid, concretamente en los pabellones 4 y 8 de IFEMA, lugar donde se suelen celebrar este tipo de eventos para albergar una gran afluencia de público.
El caso es que íbamos con bastante ilusión a esta edición, sobre todo porque desde el ya lejano 2019 no asistimos a este tipo de acontecimientos y mucho más por ser de las pocas veces que hemos podido acceder gracias a que la organización nos concedió un pase de prensa para poder disfrutar de lo que el evento nos podía ofrecer.
Y desde ya podemos decir que la experiencia de este año ha sido un poco agridulce por bastantes aspectos que ahora os iremos comentando.
Al no vivir en Madrid tuvimos que viajar hasta allí, lo nos quitó poder disfrutar de la apertura del evento, y sabemos que moverse por ciudades grandes lleva bastante tiempo hasta llegar al destino, por lo que no fue hasta la hora de comer que llegamos al recinto. Tras adquirir nuestros pases de prensa y teniendo la suerte de que no había cola para acceder en ese momento, nos encontramos con el primer traspiés. Como íbamos con bastante hambre y queríamos disfrutar de todas las actividades con energía, decidimos recargar fuerzas, cometiendo el error de llegar a la hora culmen en la que todo el mundo quiere hacer lo mismo y teniendo no muchas opciones para elegir entre lo que ofertaban los “food trucks” y los locales que se encontraban entre los pabellones. Esto nos llevó a tener que esperar durante un rato tanto para poder pedir unas hamburguesas bastante sosas, pero a precio de oro y mucho más andar con ojo avizor para poder comer sentados, que bien es verdad que ya tenemos una edad y eso de comer tirados por cualquier sitio ya nos cuesta. Por eso, os aconsejamos que cuando asistáis a cualquier celebración de este tipo os llevéis en la mochila el bocata o el tupper de turno desde casa, tanto por evitar extensas esperas, como por los precios de la comida, que si bien es verdad no creemos que la organización tenga la culpa de esto si no las propias empresas que se instalan para ofrecer estos servicios. Como punto positivo de este primer traspiés pudimos disfrutar de un improvisado pase de cosplays al ver pasar a bastante gente caracterizada de sus personajes favoritos, tanto de series anime/manga como de videojuegos.
Después de recargar energías decidimos empezar a visitar el pabellón 4 al tenerlo más cerca y hacer la visita de una forma organizada. Nada más entrar pudimos comprobar la organización del sitio gracias al mapa que se mostraba tanto en la web como en el punto de información del pabellón, lugar donde no había nadie para solucionar alguna de las dudas que teníamos pendientes sobre ciertas actividades. Tras pasar como el que llega al patio de casa ajena fuimos viendo varios de los stands que conformaban el pabellón, perteneciendo los primeros a asociaciones íntegramente relacionadas con la cultura japonesa, como el Instituto Kojachi, que realizaban actividades como iniciación a caligrafía japonesa o la elaboración de platos típicos como Gyozas, a la que quisimos apuntarnos, pero ya había espera de participación al tener gente apuntada desde primera hora de la mañana.
En detrimento de seguir esperando para no conseguir nada, hicimos de tripas corazón y seguimos conociendo nuevos stands dedicados a tiendas de gastronomía japonesa y a otros comerciales donde poder conseguir algunos de los tomos manga que nos faltaban en nuestra colección y que serían de los pocos sitios donde adquirir algo a precio decente.
Un poco más adelante se encontraba la zona +18, más stands donde se realizaban cursos de origami y arreglos florales, escenarios para conferencias y las zonas donde los invitados al evento realizaban sesión de firmas, siendo estos actores de doblaje, escritores, dibujantes y algún que otro influencer. Ya la chicha del evento la encontramos en la zona central donde se instalaban lo que realmente daba vida a esta edición, la zona de artistas, donde pudimos disfrutar de varios puestos con muchos de los trabajos de estas personas, encontrando piezas de arte de bastante calidad como las ofrecidas en el puesto de @ionanderart que nos atendió a las mil maravillas, pudiendo traernos parte de su arte a casa para enmarcarlos en un futuro y decorar nuestra sala de juegos con un arte tan bonito.
Después de dedicar un rato largo a esta zona, nos acercamos a la zona comercial donde se vendían videojuegos, tanto retro como actuales, para salir ojipláticos no solo por los ya desmesurados precios que tiene este mercado, si no por esa inflación que les meten en este tipo de eventos que hacen pensar como generan beneficios con algo que puedes conseguir a la mitad de precio por apps de compraventa o visitando directamente algunas de las tiendas físicas de los comercios que conformaban esta parte de la feria. Y ya si hablamos de la poca empatía de algunos vendedores a la hora de preguntar por ciertos productos y la venta de juegos repro sin indicarlos como tal nos hizo salir de allí bastante desanimados en lo que realizar alguna compra se refiere.
Una sensación que seguíamos teniendo al cambiar de pabellón y acceder al número 8 pudiendo esta vez encontrarnos con alguien del staff que nos proporcionó información al entrar a este nuevo recinto, para de esta manera seguir vistando y valorando lo que esta edición nos podía ofrecer. Aun así nos encontramos de primeras con más de lo mismo que en la anterior zona comercial, es decir, puestos de venta de merchandising, figuras y otros productos relacionados con el manganime a precios fuera de órbita y siendo la mayoría de ellos de dudosa calidad y que podíamos encontrar en tiendas de origen asiático a un precio muchísimo menor del que marcaban allí, sin descontar que nuevamente se vendían como originales o incluso llegar a encontrarnos con el cartel de que estaban hechos a mano por el artista «original´´ de turno y volver a encontrarnos lo mismo en otros stand y con precios diferentes.
Olvidándonos ya de este pequeño bache que poco/ningún impacto generó en nuestras carteras al no comprar nada, seguimos disfrutando de la otra parte central del pabellón donde nuevamente pudimos disfrutar del arte de más artistas y dibujantes y encontrándonos a un lateral con bastantes máquinas recreativas que ya nos sonaban bastante familiares al pertenecer a la asociación MIKADO GAME CENTER, donde más que complacernos de primera mano con disfrutar de este tipo de máquinas nos quedamos anonadados por el gran nivel de algunas personas en juegos dedicados al baile y/o rítmicos, siendo algunos muy top a la hora de moverse.
Ya al final de este pabellón nos encontramos con varias asociaciones dedicadas a actividades más físicas relacionadas con deportes japoneses como talleres donde enseñaban Kendo y Sumo, además de otra en la que te enseñaban a manejar una espada laser como un Jedi al uso y que nuevamente nos quedamos con las ganas por el alto volumen de espera que había para apuntarse, pero con el agradecimiento de la chica que nos atendió para al menos indicarnos como podíamos hacerlo.
Y así, tras varias idas y venidos de un pabellón a otro, observar algunas actuaciones en directo tanto de percusión como de bailes decidimos dar por concluida nuestra visita a este evento, bien para poder descansar un poco por el madrugón como para dar una vuelta por la ciudad en sí.
Una vez descansados, nos pusimos nuevamente en marcha para llegar al centro de Madrid y poder visitar varias tiendas de carácter friki ubicadas en las ya conocidas por muchos, calles Luna y Estrella, pudiendo comparar precios de muchas de las cosas que nos encontramos durante el evento y poder confirmar los que habíamos pensado anteriormente con ese aumento en ciertos productos. Viendo ya que no era cosa de nuestra imaginación ni de nuestra supuesta tacañería, seguimos visitando lugares icónicos de esta gran urbe para llegar a cenar a un sitio al que accedimos con reserva previa y que más allá de la decoración al uso ambientado una vez más en temática japonesa, pudimos disfrutar de una opípara cena gracias al buffet que ofrecen en Running Sushi in Akihabara, que bien es verdad que aún sin encontrar que los platos que sirven en la cinta son algo top estos estaban ricos y pudimos disfrutar de una buena velada.
En resumen, mucho más allá de nuestras experiencias fuera del evento tenemos que decir que la visita en sí ha sido bastante regulera por todo lo destacado anteriormente y relacionado por una organización a nuestro parecer bastante dejada, no sabemos si por el propio evento en sí o por las asociaciones que lo conformaban. Que ya teníamos noción de saber que de una forma u otra deberíamos hacer cola para disfrutar de algunas actividades debido al volumen de asistencia, pero el no encontrar ninguna información para apuntarse a ellas y posteriormente enterarnos que había que apuntarse a primera hora o por la web para entrar en una lista de espera en la que luego muchas de las personas ni acudían a la realización de estas. Cosa que en otros eventos visitados anteriormente enfocados solo a los videojuegos no sucedió y pudimos probar y realizar multitud de cosas aún con menos tiempo con el que contar para ello.
También, salir pensando en todas aquellas personas que adquirieron entrada para acceder al evento, con el coste que ello conlleva si sumas viajes y traslados para encontrarse con una sensación de visitar tiendas previo pago y además pagar un sobrecoste en todos los productos que allí se ofrecían además de quedarte con cara de sota si por un casual se compraban cosas que no eran originales, siendo este un punto bastante importante a corregir por la organización en ver lo que ofrecen este tipo de tiendas. Con ello no queremos decir que cada una de ellas tengan que poner un precio decente, que eso ya decide el consumidor si quiere pagarlo o no, pero sí que deberían al menos indicar que lo que se compra es original.
Más allá de esos puntos negativos tenemos que recalcar todo el trabajazo que habrá supuesto conformar un evento de este tipo, el arte expuesto por todos aquellos dibujantes que quieren abrirse paso y ser reconocidos gracias al exponer su labor en cada stand, las actividades que se podían apreciar abiertamente y a todos aquellos cosplayer que daban vida y color a cada rincón caracterizados de sus personajes favoritos y a los que hay que alabar su paciencia y trabajo tanto a la hora de pedir hacerles una foto como por el esmero dedicado en la elaboración de algunos de sus disfraces. Además de todo el buen rollo que se respiraba a los alrededores de los pabellones y encontrarse con muchísima gente que disfruta de este tipo de eventos al tener hobbies en común, vayan haciendo cosplay, con ropa de calle o simplemente por pasar un finde diferente.
Como hemos podido recalcar anteriormente, este ha sido nuestro punto de vista, que como bien decimos, siempre hay que decir lo bueno y lo malo de todo y que esta «crónica´´ (y otras muchas) puedan llegar a solucionar esos puntos negativos para que ojalá, en un futuro poder volver a visitar algún evento así y poder disfrutar al 100% de ello.
Nosotros sin más, queridos lectores, nos vamos a deshacer la maleta y descansar de este viaje para seguir elaborando nuevo contenido para esta nuestra/vuestra bitácora, no sin antes dejaros con algunas fotos que hicimos durante el evento.
Un gran saludo y nos seguimos leyendo sin falta.
INSERT COIN



























Una lástima que la experiencia haya sido un poco agridulce, pero bueno, lo mejor de estas cosas al final es lo que comentáis, el ambiente, la gente…ojalá la organización mejore con el tiempo…y que haya buena comida! que en este blog eso es importante 😀
Saludos!
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Toda la razón,compañero.Ojalá y si asistimos a futuras ediciones arreglen esas cosas que hemos visto más flojas a nuestro parecer,sobre todo cuando hay comida de por medio xD.
Muchas gracias por pasarte de nuevo y comentar.
Un abrazote.
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¡Encantado de leerte y ver esta crónica!
No sé porque no quedo publicado mi comentario anterior, pero lamento que la experiencia no te fuera muy grata en ciertos aspectos… más todavia por el hecho de tener que desplazarte para asistir.
Por un lado es positivo que se de tanta asistencia de público a estos eventos por el buen rollo y ambiente que se respira, además de poder ver el espectacular trabajo de cosplay que realizan algunos… pero al mismo tiempo la masificación tiene sus inconvenientes. Y lo de los precios es un abuso.
Imagino que aquí la organización del evento tendra las manos atadas, pues Japan Weekend ya tiene experiencia de otras ediciones en diversas ciudades.
¡Nos seguimos leyendo!
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¡Muy buenas,compa!Pues sí,nos llevamos un pequeño chasco con la feria por esos inconvenientes pero oye,para gustos los colores y seguro que más de un asistente salió contento al disfrutar de este evento.
Pero al menos pudimos disfrutar también de visitar esta gran urbe y varios de sus sitios de referencia además de pegarnos un homenaje en el buffet de sushi. Vamos,lo comido por lo servido.
Muchas gracias por pasarte de nuevo y comentar.
Un fuerte abrazo y nos seguimos leyendo sin falta.
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