¡Bienvenidos de nuevo a este vuestro blog, amantes de la buena cocina y los videojuegos!

Pues otro año que se va pasando y ya lejos de ir asando castañas,cosa que era típica de estas fechas, venimos nosotros a darlas para, nuevamente, traeros una nueva entrada relacionada con esa típica noche terrorífica que se celebra ya por todo el mundo. Sí, Juaguolin está aquí y por una vez nos ha salido bien eso del truco o trato ya que gracias al buen hacer de las maravillosas gentes de Flynn’s Arcade hemos podido hacernos con una clave de su último y (vamos a inventarnos la expresión) divertidamenteterrorífico videojuego para realizar esta reseña. Gracias a su apoyo, hemos podido adentrarnos de primera mano en este homenaje al arcade clásico y compartir con vosotros nuestras impresiones justo a tiempo para Halloween, conociendo de primera mano este título denominado «Silver Bullet´´.

«Silver Bullet´´, desarrollado por 1CC Games y distribuido por Flynn’s Arcade, está disponible para Nintendo Switch y PC (Steam). La noche de Halloween se acerca, y con ella, ese deseo casi instintivo de buscar historias de monstruos, luces parpadeantes y sustos con sabor a diversión. Es la época en la que los videojuegos retro vuelven a brillar como calabazas encendidas, y entre ese desfile de sombras aparece «Silver Bullet´´, el nuevo título que llega dispuesto a recordarnos que el miedo también puede ser puro entretenimiento de salón recreativo. No hay nada de “terror realista” ni de “drama psicológico”: aquí lo que hay son píxeles, disparos, risas y una buena dosis de nostalgia gótica.

Así, nos meteremos en la piel de Van Helsing, un cazador de monstruos que ha cambiado las cruzadas contra el mal por una misión más excéntrica: rescatar a unos cachorros secuestrados por el siniestro Reggie El Vampiro. A su lado, su inseparable perro Silver le ayudará a enfrentarse a hordas de vampiros, zombis y murciélagos con la misma energía que uno pone al abrir la bolsa de caramelos que te han podido dar este 31 de octubre. Es una historia ligera, casi de película ochentera, pero que encaja de maravilla con el espíritu juguetón de estas fechas.

El sistema de juego se inspira en los clásicos de disparos de los noventa, con un estilo “gallery shooter” que mezcla reflejos, precisión y ritmo frenético. Los 12 niveles del juego están repletos de cementerios envueltos en niebla, trenes fantasmas que parecen salidos de un sueño febril y mansiones donde cada cuadro parece observarte. La mecánica es directa: moverse, disparar, esquivar y mejorar tus armas con las monedas que vas consiguiendo. Pero entre tanto caos hay detalles encantadores, como poder invocar a tu perro para atacar enemigos o recoger bonus. Es de esos juegos que no necesitas entender: simplemente lo sientes.

Eso sí, el juego está íntegramente en inglés, algo que puede asustar a más de uno. Pero tranquilo: el vocabulario es sencillo y los textos son mínimos, nada que te haga sentir en un examen de gramática infernal. Si el inglés te da más miedo que un vampiro con déficit de hierro, este juego es la excusa perfecta para practicar sin sobresaltos… o con los justos.

El apartado visual es una carta de amor al pixel-art. Colores oscuros, luces moradas, lunas imposibles y animaciones que parecen salidas de una máquina recreativa en 1994. No falta el filtro CRT opcional, ni esa banda sonora de sintetizador que suena como una cinta vieja rescatada justo a tiempo para Halloween. Todo respira un aire entre tétrico y adorable, como una calabaza sonriente iluminando la noche. Jugarlo con las luces apagadas y el volumen alto es una experiencia que combina risas, tensión y un pequeño viaje en el tiempo a cuando el terror se disfrutaba con monedas en el bolsillo.

Aunque no es un juego largo, sí es intensamente rejugable. Cada partida invita a superarte, a batir tus propias puntuaciones y a desbloquear armas o minijuegos adicionales. Su dificultad puede morder de vez en cuando —más que algunos de los vampiros que aparecen—, pero eso forma parte de su encanto arcade: aprender, fallar, volver a intentarlo. Y cuando lo consigues, la satisfacción es total.

Este no es un título que pretenda asustar de verdad ni redefinir el género. Es, más bien, un tributo divertido a los monstruos de siempre, a los sonidos metálicos del pasado y a esa sensación de estar frente a una pantalla con palmas sudadas y el corazón un poco más acelerado de lo normal. En un panorama lleno de grandes producciones y realismo extremo, «Silver Bullet´´ ofrece lo contrario: una experiencia pequeña, honesta y perfectamente ambientada para estas noches de octubre.

Así que, si estás buscando algo para celebrar Halloween con mando en mano, entre calabazas encendidas y una maratón de pelis clásicas de terror es una opción tan directa como irresistible. Ponte cómodo, enciende la consola y deja que la luna llena guíe tus disparos. Porque al final, Halloween va de eso: de disfrutar el miedo… y reírte de él antes de apagar la pantalla.

Además, su precio es tan terroríficamente barato, cuesta alrededor de 6,99 € en las tiendas digitales, de lo que gastarías en una calabaza XL, una docena de caramelos para repartir o una máscara de plástico chinoso que da más miedo por el olor que por el diseño, puedes tener una noche completa de diversión pixelada.

🎃 ¿Y Vosotros? ¿Sois de los que buscáis sustos pixelados o preferís un buen survival horror moderno? Contadnos en los comentarios cuál es vuestro juego favorito para pasar la noche de Halloween.

Nosotros, sin más dilación, nos vamos a ir pegando sustos a otra parte y esperando poder volver a leernos en la siguiente entrada.

¡Feliz Juaguolin, grupo!

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