¡Bienvenidos de nuevo a este vuestro blog, amantes de la buena cocina y de los videojuegos!
De nuevo volvemos con las pilas cargadas después de unos días de intenso trabajo que me han vuelto a apartar de mis quehaceres blogueros, pero en los que me han venido bastantes nuevas y buenas ideas que compartir con vosotros.
Después de todo esto ahora me he ganado varios días en los que poder ir adelantando algo ya que estoy disfrutando del primer día de unas merecidísimas vacaciones en las que además de viajar(visita a la Madrid Games Week incluida y en la que espero poder ver a alguno de vosotros), disfrutar de mi familia y amigos, leer, jugar videojuegos y preparar nuevas recetas voy a seguir actualizando muchas de las otras secciones del blog, ya que siento que alguna de ellas las tengo abandonadas y funcionaron muy bien. Así que estos días voy a darle una vuelta de tuerca a esto para darles algo más de valor dentro de esta bitácora, ya que en ningún momento me quiero deshacer de ninguna de ellas ni mucho menos sustituirlas por otras.
Y este es un caso muy parecido al del protagonista de nuestra receta de hoy. Su función dentro del mundo de los videojuegos funcionó muy bien en sus inicios, siendo la estrella principal de la compañía que le dio a luz, llegando incluso a convertirse en santo y seña de esta, su principal imagen y su mascota…Pero mirad como son las cosas, que al final su propia compañía decidió sustituirle por otra que diese una imagen diferente a esta, dejando a nuestro protagonista un rol bastante secundario y condenado al olvido por parte de esta misma.
Como bien sabréis los jugones más veteranos (y a los más noveles ahora mismo os lo digo), después de leer esta trágica introducción, el personaje al que vamos a dar homenaje en forma de receta se trata de Alex Kidd.
Y es que este pequeño personaje de orejas puntiagudas y grandes patillas, nació allá por el año 1986 de la mano de SEGA, para competir contra su gran rival en el mercado, que a estas alturas de la vida imagino que ya sabéis a que compañía me refiero y más si os digo que Alex surgió para hacerle las cosas un poquito más difíciles a un tal señor Mario, o al menos hablando en ventas y éxito.

Su primera aparición en el mundo de los videojuegos fue mediante el título lanzado para la consola de 8 bits Master System (o Mark III en territorio nipón) de la propia SEGA, ofreciéndonos así un grandísimo plataformas en el que deberíamos superar todas y cada una de las diecisiete fases que lo conforman, recolectando multitud de objetos y derrotando a todos los enemigos que se nos pusieran delante durante nuestro trayecto a través de Miracle World, nombre que recibió este primer título y en el que nos vamos a centrar hoy.
A partir de aquí surgirían muchos más títulos bajo el nombre de este grandísimo personaje tanto para la propia Master System como para su sucesora de 16 bits, Megadrive, teniendo juegos como «Alex Kidd: The Lost Stars´´ (1986) lanzado en máquinas recreativas para posteriormente en ser convertido para la máquina de 8 bits, « Alex Kidd BMX Trial´´ (1987), videojuego de conducción de motocicletas, basado en alguna de las fases del primer juego en los que controlábamos este vehículo y cuyo título fue exclusivo para Japón, «Alex Kid in High-Tech World´´ (1989) siendo este una modificación de un juego japonés de la consola, llamado «Anmitsu Hime´´, «Alex Kidd in The Enchanted Castle´´ (1989) ya dando el salto a los 16 bits y siendo una «continuación´´ al uso del primer juego y finalmente «Alex Kidd in Shinobi World´´ (1990) último título que protagonizaría este carismático personaje y que después años más tarde solo aparecería como secundario en títulos de los propia compañía como «Sega Superstars Tennis´´ (2008, Multiplataformas), Sonic & Sega All-Star Racing (2010,Multiplataformas) y Sonic & All-Stars Racing Transformed (2012, Multiplataformas) y en «Segagaga´´ (2001,Dreamcast) donde aparecería relatando su triste historia de cómo solía ser la mascota de Sega, pero que fue depuesto en favor de Sonic y donde en lugar de protagonizar videojuegos ahora está obligado a trabajar en una de las tiendas de la propia compañía.
Como bien habéis leído, pasó de tenerlo todo a ser un mero personaje secundario sin ningún rol importante dentro de la compañía que le hizo ser top dentro de su catálogo y en el mundo de los videojuegos en general, al menos durante los tiempos de las generaciones de los 8 bits.

Pero como nosotros no nos hemos olvidado para nada de él, y estando dentro de nuestro corazoncito jugón, ya que es uno de mis juegos favoritos dentro del catálogo de esta consola, vamos a hablar un poco del título que le dio esa fama y reconocimiento y a darle ese grandísimo homenaje al habernos dado tantas horas de juego y disfrute.
Unos párrafos más arriba hemos dicho que «Alex Kidd in Miracle World´´, se trata de un plataformas que puede parecer muy complejo pero que esconde una grandísima historia en la que conoceremos Aries, el planeta natal de Alex, donde se encontraría entrenando en el Monte Eterno, aprendiendo y perfeccionando una técnica de artes marciales denominada ShellCore, que permite destrozar rocas solo con el puño, hasta que un hombre moribundo interrumpe su entrenamiento para comunicarle que la ciudad de Radaxian ha sido invadida por el malvado Janken El Grande, por lo que recibe un mapa y un medallón fabricado a partir de la Piedra de Sol que le ayudarán en su viaje para derrocar a este tirano.

A partir de aquí, vamos a conocer y atravesar todo ese lugar místico que se encuentra dentro del planeta Aries y que es denominado como Miracle World, a través de 17 niveles en los que nos encontraremos todo tipo de entornos, bien a ritmo de tierra, mar y aire, utilizando varios vehículos diferentes para surcarlos, desde una moto hasta un helicóptero (o más bien una beta del gorrocoptero de Doraemon) y destruyendo todos los bloques y enemigos que aparezcan en pantalla, bien utilizando el propio puño o bien con ayuda de algún ítem que hayamos podido adquirir en las distintas tiendas que nos vamos a encontrar por el mapa y a los que podremos acceder mediante las monedas que encontremos y recojamos durante las fases que vayamos completando, ofreciendo así ofrece la posibilidad de afrontar los niveles de manera diferente alargando la duración del título y disfrutándolo de varias maneras en post a como queramos jugarlo.

Aun así, el título ofrece una jugabilidad que va más allá de lo típico y ofrecido en los juegos de plataformas que es avanzar, saltar y romper, si no que encontrábamos un original acercamiento a algunos jefes finales (o más bien los esbirros de Janken) y a los que debíamos derrotar mediante el juego de piedra-papel-tijera, ya que el nombre de este malvado tirano es la forma nipona por la que se conoce a este famoso juegos de manos, pero teniendo cuidado de no perder más de dos veces, ya que nuestra derrota supondrá volver a empezar el nivel hasta encontrarnos de nuevo con nuestro rival.

Eso sí, no juzguéis a este título por su estética algo infantil y colorista, ya que nos vamos a encontrar con un juego que va a tener una curva de dificultad que va a ir en aumento a medida que avancemos por los niveles de este y que en algunos casos puede llegar a ser frustrante y tirar del ya conocido ensayo y error para superarlos, ya que solo con un toque nuestro personaje quedará KO, perdiendo una vida y obligándonos a repetir el nivel desde el principio.
Nos vamos a encontrar con un juego muy colorido y con unos sprites muy grandes en pantalla que nos van a permitir reconocer a primera vista a cada enemigo o item que nos encontremos, debido sobre todo al contar con unas animaciones muy sencillas y que van a ser bastantes numerosas dentro de la pantalla, pues nos van a aparecer bastantes personajes y/o objetos a la vez y una OST que, aunque cuenta con un número reducido de pistas estas van muy acordes con cada uno de los niveles y que por lo menos a mí me viene a la cabeza multitud de veces, siendo una de esas melodías que tarareo bastante a menudo.

Como curiosidades cabe destacar que como reveló Kotaro Hayashida (creador del juego), empezó siendo un juego de Dragon Ball, pero al no poder seguir usando la licencia se vieron obligados a cambiar el diseño del juego. Además, existen diferentes versiones del propio juego, ya que podemos encontrar cambios de los controles según sí jugamos a la versión física en cartucho o a la versión que venía incluida dentro de la Master System II y que podemos considerar como uno de los primeros juegos «digitales´´ de la historia de los videojuegos. Además, el personaje durante las cargas de cada pantalla salía comiendo una hamburguesa (memoria) o una bola Onigiri de arroz (cartucho).
Y es partir de una de estas curiosidades de donde vamos a sacar nuestra receta homenaje de hoy, elaborando ese Onigiri que tanto le gusta al propio Alex, ya que por el blog hay ya alguna que otra receta de hamburguesas que más bien hace referencia a otro personaje rival que representaba a la competencia en aquellos tiempos de los 8 bits.
Como siempre digo, espero que podáis probar y disfrutar de este grandísimo título, ya que no os va a defraudar y os vais a encontrar con un plataformas de muchísima calidad y que hará las delicias de todos los jugadores a los que les guste este tipo de juegos, eso sí, no tiréis la toalla, dadle al pause (aunque os tocará levantaros si lo hacéis en el hardware original, ya que Master System tenía ese botón integrado en la máquina y no en el mando), dadle un bocado a nuestra elaboración de hoy, elaborad vuestra estrategia y salvad Radaxian para descubrir junto a Alex su verdadero linaje, ya que durante su aventura descubriréis realmente quién es.
Y ahora, sin más dilación, vamos a utilizar nuestro ShellCore y ponernos manos a la obra.
¡Espero que os guste!
PRESSTARTCOOK
Onigiri Alex Kidd
Ingredientes
1 Taza Arroz para Sushi (o bien arroz de grano corto)
2 Tazas agua
Alga Nori
1 Lata atún
C/S Queso Crema (Tipo Philadelphia)
C/S Mahonesa
1 Cucharadita Azúcar
1 Cucharaditas Vinagre
Pimienta Negra
Sal
Sésamo
Elaboración
Antes de empezar a elaborar el arroz lo primero que vamos a hacer es lavarlo, para que pierda todo el almidón que posee y nos facilite mejor la cocción de este y nos quede perfecto para su manipulación posterior. Para ello vamos a colocarlo debajo del frigo, lo cubriremos con agua y a continuación lo frotaremos entre sí. Una vez hecho esto, vamos a escurrirlos y añadir agua nueva. Repetimos esta acción durante unas 6-7 veces (dependiendo del arroz que utilicemos) hasta que se le vaya todo el almidón momento que será cuando veamos que el agua deje de ser blanca.
Luego a fuego mínimo, vamos a poner un cazo con las dos tazas de agua, el arroz, el azúcar y el vinagre y dejaremos cocer hasta que empiece a hervir. Una vez que el agua ha empezado a hervir, vamos a subir el fuego a máxima potencia durante dos minutos y a continuación volveremos al fuego mínimo.
Una vez hecho esto, vamos a tapar el cazo y dejaremos cocer durante 15 minutos, sin dejar de mirar ya que se nos puede pegar, y que solo removeremos en caso necesario.
Cuando pase este tiempo, volveremos a subir el fuego durante 1 minuto, siendo totalmente necesario que el arroz no contenga ya nada de agua.
Tras esto, vamos a dejarlo reposar durante 20 minutos, tapándolo con un paño o un papel de cocina.
Mientras el arroz está reposando, vamos a preparar la mezcla del relleno, utilizando una lata de atún y mezclándolo con mayonesa y pimienta negra al gusto. También podemos elaborar otros con un poco de queso crema o a partir del relleno que vosotros decidáis.
También vamos a cortar la hoja de alga nori en tiras de más o menos 3-4 cms.
Teniendo todo ya preparado, vamos a empezar a dar forma al arroz. Para ello vamos a colocar un recipiente con agua y sal, ya que esto será para mojarnos la mano al hacer la bolita de arroz y evitar que se nos pegue al darle forma y espolvoreamos un poco de sésamo en ella.
Agarramos una porción de arroz del tamaño deseado le hacemos un agujero para colocarle el relleno de atún y lo cerramos, colocando más arroz encima de este y le empezamos a dar una forma triangular, aunque si no os sale, podéis darle forma redonda.
Una vez que logramos en triangulito de arroz le colocamos un pedacito de alga rectangular por la parte de abajo, ya va a adherir sola el alga por la humedad del arroz y nos va a permitir sujetar el Onigiri para su base.
Y ya finalmente solo nos queda disfrutar de ellos, tal y como hace nuestro protagonista de hoy durante las fases de carga del juego.
Como veis, una receta sencilla y que al igual que en algunas fases del juego vamos a tener que utilizar bastante las manos para poder elaborarla.
¡Nos vemos en el siguiente post!
INSERT COIN
Sabes perfectamente que lo ideal hubiera sido una hamburguesa de onigiri.
Me gustaLe gusta a 1 persona
!Eso es morir a comer! xD. Gracias por pasarte y comentar, crack!!
Me gustaMe gusta
Siempre quise probar el onigiri y ahora gracias a ti podré hacerlo sin salir de casa. Por cierto, este juego siempre me pareció uno de los mejores plataformas de toda la era de los 8 bits aunque detesto los combates de piedra, papel o tijera, de hecho siento que le matan todo el enganche a lo dinámico de los niveles sin importar que tan original sea la fórmula. Saludos y excelente post. 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Bueno,se salta un poco lo que digo en el post,lo de salirse de lo normal en los plataformas,ya que solo se saltan los enfrentamientos finales contra boss cambiando la fórmula.
Gracias por pasarte y comentar.
Un grandísimo saludo!!
Me gustaMe gusta
Me encantó el post desde la reseña historica hasta la receta. Te aplaudo porque este es uno de esos juegos que sólo conocía de vista y que nunca pensé que tuviese una historia tan interesante a su alrededor.
¡Te mando un abrazo grande!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias!!!Me alegro de que te guste y que con ello te animes tanto a probar la receta como este grandísimo juego!!!
Un abrazo grande.
Me gustaLe gusta a 1 persona
No sabes la alegría que me ha dado ver que has publicado. Y que no se me olvide: ¡disfruta un montonazo de las vaciones! 😉
Sobre el juego, en casa eran pro-Sega. Así que me has traído muy buenos recuerdos de la infancia.
De la receta… Los onigiris es mi plato favorito de la restauración nipona 😀 Hubo una época que los tomaba tantas veces, que me regalaron moldes para hacer los triángulos perfectamente.
¡Saludotes!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias!!Las disfrutaré a tope,que luego se hacen cortas.
Me alegro de que te guste la receta y de que te recuerdos tan nostálgicos.
Con ese molde tienen que salir perfectos,así que ya buscaré alguno para probar.
Un grandísimo saludo y gracias de nuevo por estar por aquí!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
La verdad es que sí. Incluso el que me regalaron tenía una pestaña para hacer un agujero y poner el relleno. No se podía poner ninguna excusa de vagitis :-p jajaja
Me gustaMe gusta
Madre mía ¡qué pinta!
Soy nulo en la cocina pero esto tengo que intentarlo.
Un abrazo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pues dale al tema y ya me dirás como ha salido.
Un abrazo y muchas gracias por pasarte de nuevo.
Me gustaLe gusta a 1 persona