¡Bienvenidos de nuevo una vez más a este vuestro blog, amantes de la buena cocina y de los videojuegos!!! Y un año más se nos escapa el verano, sí ya sé que aún quedan días de vacaciones para muchos de vosotros, pero lo bueno se acaba rápido y antes de que esto sea así quiero enseñaros una receta que os va a venir muy bien para disfrutar de estos últimos coletazos del verano, ya que se trata de un plato muy fresco a la vez que contundente y que me viene de perlas para hacer homenaje a un gran videojuego al que he jugado durante estos días de verano y que sin saber mucho de él hasta que comencé a jugarlo ha entrado en el top de mis videojuegos favoritos.
Hoy quiero hablaros de un juego que me ha enamorado tanto visualmente como por su gran OST que a día de hoy ya forma parte de mi playlist diario de camino al trabajo (y que ahora mismo estoy escuchando al escribir estas palabras).
Os hablo ni más ni menos que de «Rime´´, un juegazo (sí como leéis) presentado por la desarrolladora española Tequila Works este mismo año y lanzado al mercado para PS4, Xbox One y Pc, con vistas en un futuro de lanzar una versión para Nintendo Switch.
Así nos ponemos en la piel de un valiente niño (del cual desconocemos el nombre) que sin mirar atrás decide ponerse en marcha para averiguar que misterios esconde esa isla
.

A partir de aquí comienza un sinfín de belleza visual que os va a hacer parar el juego varias veces para contemplar los escenarios que conforman el juego. Y no exagero, ya que el motor gráfico que utiliza hace que todos los elementos de la isla cobren vida a nuestro paso y reaccionen naturalmente a cada uno de los movimientos que realicemos, como por ejemplo los animales al sentirse amenazados, el movimiento del agua al zambullirnos de una forma que usaría cualquier título considerado como Triple A( tratándose en sí mismo como un juego Indie) o los ciclos día y noche que van a hacer que la forma de actuar de la propia isla se vea afectada a través de los puzles que nos obliguen a utilizar tanto la luz tanto solar como la de la propia luna para resolverlos.


Además de estas animaciones vamos a poder contemplar como su apartado artístico nos va a terminar de dejar embobados ya que utiliza una paleta de colores muy vivos y bonitos, inspirados en los colores del Mediterráneo y en obras de pintores como Joaquín Sorolla, Dalí y Giorgio de Chirico. Así cada una de las fases del juego van a ir variando en su temática visual dependiendo de la parte de la trama en la que nos encontremos en ese momento, es decir, los colores que conformen la pantalla van a ir cambiando debido al estado en el que se encuentre ese momento el tiempo, el escenario en el que nos encontremos o el estado anímico de nuestro protagonista.

Pero el punto fuerte llega cuando después de que nos frotemos los ojos al contemplar varios de los escenarios, nos quedemos hipnotizados al escuchar cualquiera de las piezas que conforman su OST, encajadas a la perfección dentro de la historia y acciones del juego y la cual va a hacer que en varios momentos no haga evadirnos y relajarnos mientras jugamos (creedme, me ha pasado) ya que transmite un sentimiento muy emotivo al contrastarlo con la historia y la jugabilidad, como consigue hacer la nana que conforma su tema principal titulado «The Song of the Sea´´ y que vamos a poder encontrar y completar durante la aventura a través de caracolas que hacen las veces de coleccionables.
Y son estos los que pueden alagar un juego que nos ofrece unas 5-6 horas de disfrute, ya que si tenemos afán de completar nuestros juegos al 100% vamos a tener una serie de coleccionables bastante amplia, desde imágenes de los propios escenarios del juego, escenas que nos explican la historia, hasta juguetes de madera y ropa para nuestro pequeño protagonista.
En cuanto a la dificultad del juego no vamos a pasar malos ratos ya que el Game Over como tal no existe, debido a que, si morimos, volveremos a comenzar en el mismo punto donde lo hemos hecho, además de presentarnos una aventura muy lineal y marcada en la cual va a ser casi imposible perdernos debido a que nos van a marcar parte del camino con señales que nos lo indiquen, como por ejemplo los excrementos de las gaviotas en los salientes de las rocas. Como bien he dicho antes lo puzles no van a suponer un reto que nos lleve de cabeza durante días, sin llegar a frustrarnos y dándonos una pequeña satisfacción por haberlos resuelto.

Sin más podría seguir hablando de esta nueva maravilla que conforma este arte que llamamos Videojuegos, pero quiero que seáis vosotros quienes entréis a valorarlo, ya que creo que es de esos títulos que a uno le llegan a tocar el alma y el corazón debido a que la historia va a ir evolucionando hasta un punto muy pero que muy emotivo.
Después de presentaros un poco este pedazo de obra de arte, vamos a elaborar la receta con la que quiero darle homenaje.
Hoy quiero enseñaros a elaborar una receta colorida, amplia y fresca como es Rime. Para ello he decidido elaborar una ensalada de pasta de colores (que podéis encontrar en cualquier supermercado) que sirva también como plato único debido a toda la guarnición que la conforma y que no sea demasiado pesada para estos últimos días de verano.
Lo dicho, manos a la obra y espero que disfrutéis tanto de la receta como del propio juego.
Un saludo y hasta la próxima!!!
PRESSTARTCOOK
ENSALADA DE PASTA «RIME´´
Ingredientes
200 Grs Pasta de Colores
100 Grs Bacon en Tiras
125 Grs Maíz Dulce (Aprox. 1 Lata)
1 Quesito Fresco
1 Yogurt Coco
½ Cebolla Morada
C/S Sal
C/S Pimienta
C/S Mantequilla
Elaboración
Primero vamos a cocer la pasta en agua, con un poquito de la cebolla y con una nuez de mantequilla. Dejamos cocer unos 8 minutos (dependiendo del fabricante va a variar, por eso fijaos en la parte de atrás del paquete), retiramos del fuego y dejamos escurrir y enfriar.
Mientras se cuece la pasta, vamos a saltear el bacon en una sartén sin grasa (ya que va a soltar bastante el propio bacon) y dejaremos enfriar una vez esté dorado.
Aparte vamos a cortar el queso fresco en dados y la parte que nos sobre de la cebolla en trozos muy pequeños que juntaremos con el maíz en un bol.
Una vez juntos, removemos y vamos a añadir la pasta ya escurrida y fría.
Ahora, solo nos queda añadir el yogurt y remover bien salpimentado a nuestro gusto.
Dejamos enfriar en la nevera unos 20 minutos y a disfrutar!!
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